En 2024, los precios mundiales del café alcanzaron su nivel más alto en años, con un aumento del 38,8% respecto al año anterior, debido principalmente a las adversas condiciones climáticas que afectaron a los principales países productores. En diciembre de 2024, el precio del café Arábica subió un 58% y el Robusta un 70%.
La producción en países clave como Vietnam, Brasil e Indonesia sufrió caídas significativas, lo que afectó las exportaciones. La FAO advirtió que los precios podrían seguir subiendo en 2025 debido a nuevas reducciones en la oferta.
El café es fundamental para los medios de vida de unos 25 millones de agricultores y constituye una fuente esencial de ingresos para países de bajos ingresos. Además, el aumento de los costos de envío también ha contribuido al alza de los precios, que afectará a los consumidores en Estados Unidos y Europa.